Agradecer y practicar la gratitud en el trabajo como rutina | Por @Trello

Quizá creas que la gratitud nos nace de forma natural. Te imaginas paseándote por la vida oliendo las rosas y sintiendo el sol en la piel, como el típico personaje de Disney de mirada inocente.

¿La realidad? Para la mayoría, la gratitud es una lucha cuesta arriba. Aquí te contamos algunas razones. 

  1. Estamos programados para ser pesimistas.
  2. Usamos a los demás para medir el éxito.
  3. Sentimos una enorme presión por orientarnos a los objetivos.


Ideas sobre como empezar a practicar la gratitud en el ámbito laboral

De más está decir que la gratitud puede sentirse contradictoria. Cuando te acostumbras tanto a comparar tu progreso profesional con el de los demás, o a quejarte de los disgustos típicos de la oficina (¿otra reunión por Zoom?), apreciar la instancia de la carrera en la que te encuentras no es algo instintivo.

Pero hay algunas razones convincentes por las que te mereces una palmadita en la espalda por todo lo que estás logrando ahora mismo.

  1. Estás aprendiendo mucho
  2. Estás enriqueciendo tus habilidades 
  3. Estás formando vínculos valiosos.
  4. No puedes predecir el mañana.


¿Cómo puedo empezar a practicar la gratitud en mi carrera profesional?

A esta altura, ya debes saber que la gratitud no es un ajuste por defecto. Sin embargo, albergar un sentimiento de apreciación se relaciona con una gran cantidad de beneficios, incluidos un menor nivel de estrés, una mayor resiliencia mental y un aumento de la autoestima laboral. 

Pero ¿cómo lo consigues? Aquí te daremos algunos consejos para ayudarte a practicar la gratitud—independientemente de tu situación laboral.

  1. Lleva un diario de gratitud
  2. Da un paseo de gratitud.
  3. Expresa gratitud hacia los demás.


Puedes saber más sobre el artículo completo de Trello sobre gratitud en: https://blog.trello.com/es/gratitud-en-el-trabajo 




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