Phishing 4.0: la nueva fábrica de fraude impulsada por IA

El phishing en todas sus variantes —phishing tradicional, spear phishing, vishing, smishing y ataques híbridos— se ha convertido en el punto de entrada dominante del fraude financiero digital.

Su eficacia reside en que no ataca directamente a la tecnología, sino a la cognición humana. La industria enfrenta un escenario agravado por la IA generativa, capaz de producir correos perfectos, clonar voces y crear identidades visuales indistinguibles de las reales.

Los delincuentes ya no operan desde la improvisación: utilizan automatización, datos filtrados y modelos de lenguaje para construir ataques masivos o hiperpersonalizados. Como resultado, el phishing dejó de ser un riesgo aislado para convertirse en el principal disparador de ATO, fraude transaccional, robo de identidad y ataques de adquirencia.

Contextos de aplicación

Banca y fintech: acceso a home banking, billeteras, onboarding, actualizaciones de datos y recuperación de claves.
Comercio electrónico: notificaciones falsas de envíos, pagos o reembolsos.
Corporaciones: ataques BEC, whaling y manipulación de transferencias internas.
Dispositivos móviles: mensajes SMS o WhatsApp que redireccionan a sitios falsos.
Entornos de alta presión operativa: áreas de tesorería, cuentas a pagar, atención al cliente, donde la urgencia reduce el pensamiento crítico.
Usuarios finales: campañas masivas que buscan credenciales, tokens o datos personales.

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