IA y ciberseguridad: ¿cuales son los retos que se deben enfrentar este 2024?


El 2023 marcó un hito en la adopción de la Inteligencia Artificial (IA) con herramientas como ChatGPT, Bard, Quillbot, entre otras, transformando sectores económicos y sociales a través de la automatización y optimización de tareas. Sin embargo, esta revolución digital también ha abierto puertas a ciberdelincuentes, quienes utilizan la IA para desarrollar ataques más sofisticados. Ante esto, el 2024 se perfila como un año crucial para reforzar la ciberseguridad mediante la adopción de prácticas y tecnologías robustas que protejan datos y sistemas, integrando soluciones de IA.

En Argentina, la Ley Nacional N° 26.388 de Delitos Informáticos ha sido un paso significativo en la regulación de los delitos informáticos. Sin embargo, la velocidad de evolución tecnológica demanda respuestas más ágiles y adaptativas que puedan anticiparse a las amenazas emergentes, evidenciando la necesidad de una legislación dinámica que se ajuste al ritmo de la innovación digital.

"En el ámbito de la ciberdelincuencia, la IA ha sido empleada de diversas maneras. Desde ataques de phishing más personalizados hasta la creación de malware altamente evasivo, los ciberdelincuentes han aprovechado las capacidades de aprendizaje automático de la IA para eludir las defensas tradicionales. La utilización de bots inteligentes para llevar a cabo ataques coordinados y el desarrollo de deepfakes con propósitos fraudulentos son ejemplos claros de cómo la IA se ha convertido en una herramienta clave en el arsenal de los criminales digitales." Señaló Pablo Gagliardo, Vicepresidente de Noventiq Latinoamérica, firma especializada en transformación digital y ciberseguridad. 

Los retos claves para 2024 incluyen:
  1. Mejor legislación en materia del uso de la IA: La sofisticación de la IA en la generación de comunicaciones creíbles aumenta el riesgo de ataques de phishing y otras formas de ciberdelincuencia. Es imperativo actualizar y fortalecer las leyes para abordar específicamente el uso malicioso de la IA, siguiendo el ejemplo de países como Perú, que ha liderado con legislaciones que promueven un uso ético de la IA.
  2. Fomentar la colaboración: La interconexión global exige una cooperación internacional en materia de ciberseguridad. El informe del Foro Económico Mundial de 2023 destaca la probabilidad de una crisis cibernética derivada de la inestabilidad geopolítica. Es crucial establecer marcos de colaboración que permitan compartir información sobre amenazas y respuestas efectivas entre países y sectores.
  3. Mayor concienciación: La educación en ciberseguridad debe ser una prioridad para usuarios y profesionales. Programas de capacitación y sensibilización pueden fortalecer la primera línea de defensa contra las amenazas digitales, promoviendo una cultura de seguridad que abarque desde el conocimiento básico hasta estrategias avanzadas de protección.
  4. Inteligencia Artificial defensiva: Es fundamental desarrollar y aplicar IA en la detección y neutralización de amenazas informáticas. La IA puede analizar grandes volúmenes de datos para identificar patrones de ataques, anticipar vulnerabilidades y automatizar respuestas de seguridad, ofreciendo una capa adicional de protección.
  5. Ética y privacidad en la IA: A medida que la IA se integra más en la ciberseguridad, surgen cuestiones éticas relacionadas con la privacidad y el uso de datos. Es vital establecer principios éticos claros para el desarrollo y aplicación de tecnologías de IA, asegurando que se respeten los derechos de los individuos y se fomente la confianza en las tecnologías emergentes.
  6. Resiliencia informática: Las organizaciones deben adoptar estrategias proactivas para construir sistemas resilientes capaces de resistir y recuperarse de ataques cibernéticos. Esto incluye la implementación de prácticas de seguridad por diseño, la realización de simulacros de ataques y la creación de planes de respuesta y recuperación ante incidentes.

El 2024 se presenta como un año decisivo para abordar los desafíos de la ciberseguridad en la era de la IA. A través de una legislación adecuada, la colaboración internacional, la concienciación, el desarrollo de IA defensiva, la ética en el uso de tecnologías y la resiliencia informática, podemos avanzar hacia un entorno digital más seguro y confiable. La clave estará en la capacidad de adaptarse rápidamente a las amenazas cambiantes, aprovechando la innovación tecnológica para proteger nuestra sociedad digital.


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